Como final de mi experiencia en la clase del Caracol, he querido despedirme realizando dos sesiones prácticas con dos sesiones de psicomotricidad y arte. La intención era crear un contexto de aprendizaje significativo a través de propuestas de arte contemporáneo, basado en el juego libre y espontáneo. En concreto, la práctica psicomotriz educativa de Bernard Aucouturier y las instalaciones propuestas por Javier Abad. A modo de recuerdo, os dejo algunas de las fotos tomadas durante las sesiones, que hablan por sí solas y en las que se puede observar la evolución y las diferentes fases del juego.
Este contexto de juego, permitió la aparición del caos y la destrucción del orden, uno de los objetivos que persigue el trabajo; que los niños transformen el espacio para “hacerlo suyo” sin ningún tipo de orientación ni intervención por parte del adulto.
Ambas sesiones favorecieron la comunicación corporal y verbal, la resolución de conflictos, la capacidad de inventar, las representaciones mentales a través de juegos simbólicos, el desarrollo de la creatividad etc.
¡Hasta siempre Caracoles!