Esta semana los caracoles cuando llegaron a clase se encontraron con huellas que iban desde la puerta hasta nuestro rincón de dinosaurios. Así que tuvimos que investigar de quién eran.
Pronto descubrimos que eran de un tiranosaurio Rex 🦖 como el que nos vino a visitar al cole. Seguidamente vimos que nos había dejado una hoja que estaba sin rellenar. En ella nos había dejado su huella marcada y faltaba compararla con la nuestra. Así que nos pusimos manos a la obra.
Cuando colocamos nuestra huella, estuvimos hablando de las diferencias que existían entre nuestra mano y su huella. Aprovechamos esta oportunidad para trabajar la lógica-matemática y ver cuantos dedos tenía cada huella, quien tenía más, cuantos le faltaban al dinosaurio para tener los mismos que nosotros…
Además, como nos encantan los puzzles, nos hemos atrevido con uno de dinosaurios, concretamente de un Diplodocus.
Esta semana también nos ha dado tiempo a aprender dos nuevos dinosaurios: el Espinosaurio y el Anquilosaurio.
Aprovechando que Erik nos había traído un cuento, hemos realizado un cambio de rol en el que él nos iba narrando el cuento.
Por las tardes, hemos realizado diferentes técnicas plásticas. Una de ellas ha consistido en mojar lana en cola para crear diferentes formas, decoradas posteriormente con acuarelas. ¡Han quedado diseños tan bonitos como estos!
También hemos practicado la técnica del soplo con una imagen de un niño al que le faltaba el pelo. Nuestro objetivo era conseguir ponerle el pelo pincho de muchos colores.
Algún día que ha hecho bueno, hemos aprovechado a salir a la calle a dibujar con tizas y decorar el suelo del patio.
Hemos seguido trabajando las emociones pero esta vez han sido ellos mismos quienes han ido escogiendo una emoción para después plasmarla con plastilina en una cara sin expresión.
Y esta semana ¡también hemos celebrado el cumple de Adei!