Por fin ha llegado el archiesperado día y abejas, gatos, gaviotas y ardillas hemos cogido las mochilas y el autobús rumbo a Corconte.
La primera parada ha sido en el Centro Ornitológico del embalse del Ebro. Nos hemos dividido en grupos y guiados por un experto de Naturea y equipados con una guía y un buen telescopio nos hemos dirigido a la laguna de Lanchares para avistar aves.
Hemos visto una espátula adulta, filtrando agua con su pico plano en busca de alimento y luciendo una pechera amarilla (por ello hemos sabido que era adulto). Después hemos visto ánades frisos, que suelen ir en grupo; una pareja de fochas en su nido; unas garcetas; varios nidos de cigüeñas, ¡algunos con sus polluelos! Y hemos visto volar aviones, vencejos, un ratonero, cigüeñas… ¡y hasta hemos oído cantar a una alondra!
Después de jugar un rato en un parque hemos ido a comer a Fontibre para ver el nacimiento del Ebro, hemos tenido un rato de tiempo libre, hemos dado un paseo y… ¡al albergue!
Todos estábamos deseosos de llegar, y el equipo de monitores nos ha recibido con los brazos abiertos. Hemos subido entusiasmados a preparar las habitaciones, y entre una cosa y otra se nos ha pasado la tarde volando.
Ya están todos en la cama (que no todos dormidos). Esperamos pasar una buena noche y cargar bien las pilas para las actividades de mañana. ¡Buenas noches!
