¡Primer día superado! Los días deberían tener más horas porque no damos abasto… Hemos visitado el poblado cántabro, donde nos han enseñado cómo vivían las personas de la tierruca en la edad del hierro: costumbres, herramientas y materiales de construcción, y mucho más. Después, tocaba descansar y recuperar energías en Fontibre, lugar emblemático y hermoso para contemplar el nacimiento del Ebro. Estos atalayos no podían aguantar las ganas de llegar al albergue, ¡así que les escuchamos y tomamos el bus de nuevo para proseguir con la aventura! Para algunos, revivir recuerdos; para otros, construir nuevos. Nos han explicado el funcionamiento y hemos dedicado el día a pasarlo pipa disfrutando de los juegos que nos proponían y del magnífico tiempo. ¡Esto solo acaba de comenzar!
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