Todo es demasiado nuevo y grande si se mira con los ojos de un niño/a de tres años. Ha sido toda una aventura, subir las escaleras, llamar a las puertas saludar y entrar….nos hemos encontrado con algunos hermanos, primos y algún amigo mayor, que ya tenemos. Pedro, en el taller, nos ha dejado las gafas, nos ha enseñado las herramientas y nos ha colocado un lápiz detrás de la oreja como lo llevan los carpinteros. Hemos visto a Margaret en la clase de inglés de los mayores, y, Rosi en la cocina nos ha enseñado las cazuelas, que son grandísimas. ¡¡¡Nos ha gustado mucho!!!