SALIDA A LOS HUERTOS DE ALTAMIRA

Ayer los gatos y las abejas nos volvimos hortelanos. Pasamos la mañana en los huertos sostenibles del parque Altamira junto a las Anas y Eduardo, un biólogo especializado en «bichos».

Nos dividimos en grupos y estuvimos con los cinco sentidos muuuuuuy abiertos. Escuchamos las explicaciones, observamos los colores y las formas, tocamos las hojas (¡qué rugosas eran algunas!), olimos los diferentes aromas y… ¡hasta degustamos! ¡Y qué rico estaba todo!

Además de aprender a diferenciar las plantas por la forma, tacto, color y olor, aprendimos mucho sobre los animales de la huerta. Ahora sabemos cuales son los insectos amigos y los que no lo son. Las hormigas son buenas, porque se comen el pulgón. Para combatir estos últimos también podemos invitar a las mariquitas, a través de las flores. Los caracoles se comen las hojas (les encantan las lechugas) y hay que protegerlas poniendo trampas con botellas o cerveza. Los hongos de las tomateras se combaten con leche diluida en agua con una cucharaditas de bicarbonato y al zapatero se ahuyenta rociando las plantas con agua con jabón o cúrcuma. Los abejorros ayudan a polinizar y para atraerlos plantaremos lavanda, y otras flores que llamarán su atención.

También descubrimos que no solo de las plantas comemos los frutos, sino que de algunas comemos las hojas (la lechuga, la berza…), las flores (el calabacín, la capuchina…) e incluso… ¡las raíces! (patata, zanahoria…). Y que las plantas no sólo sirven para alimentarnos, sino que se utilizan para hacer cosméticos (como la caléndula), remedios medicinales (como el romero), aromatizar armarios (lavanda) y… ¡para aderezar los platos en la cocina! (orégano, hierbabuena, menta…)

Volvimos a casa con un montón de cosas nuevas en la cabeza, muchos amigos del huerto y con un esqueje de menta o hierbaluisa que plantamos en un tarrito de yogur.

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